Fui después de leer comentarios, reseñas en línea y de revisar su página web. Tal vez por eso mis expectativas eran demasiado altas. Mi calificación sería de 3,5 estrellas si se pudiera. El servicio tuvo dos extremos, el jefe de piso sabía mucho, conocía la carta y nos hizo recomendaciones buenas, también salió el chef y nos recomendó entradas. El mesero en cambio no conocía la carta, no escuchaba lo que le decíamos y en general afecto nuestra experiencia. La comida en general muy rica, el pulpo a la oliva asado y el risotto de ají con cordero estuvieron perfectos, deliciosos. Merecen ser mencionados también el tiradito de corvina y el postre tejados de quito. Otros platos no estuvieron muy buenos, lomos sobre cocidos y otros postres bastante insípidos. El lugar es muy bonito, pocas mesas y una decoración simple pero acogedora crea un muy buen ambiente. Se describe a sí mismo como cocina de autor con ingredientes locales pero el cordero es uruguayo, el lomo paraguayo y muchos otros ingredientes no son locales para nada. Ojalá y en el futuro puedan usar más elementos locales y ecuatorianos y menos ingredientes importados.

Muy buena comida. El ambiente es agradable y el personal muy atento y servicial.